Aprovecha la amplia variedad de frutas que nos trae el verano para disfrutar de una manera diferente de hidratarte, aportar a tu organismo los micronutrientes que necesita, saciarte y añadir fibra.
- Melón: junto con la sandía es una de las frutas estrellas del verano. Nos aporta mucha agua y es muy fresquito recién salido de la nevera, un potente tentempié refrescante. Otra de sus virtudes es su elevado contenido en betacaroteno y vitaminas C y B9. También destaca por su contenido en potasio, fósforo, calcio y magnesio.
- Sandía: un gran aliado para nuestra dieta. Ayuda a la hidratación, Previene los daños celulares, mejora la salud ósea, el sistema inmune y la cicatrización de las heridas.
- Melocotón, Nectarinas y Albaricoques: Se trata de frutas muy ricas en fibra, agua, antioxidantes, betacarotenos y ácidos nicotínico, málico, patogénico y cítrico. Contiene vitaminas A, B1, B2, B6 y E y minerales como el azufre, calcio, cobre, fósforo, hierro, magnesio, manganeso y potasio.
- Cerezas: Las cerezas, son conocidas como una súper fruta ya que están llenas de antioxidantes llamados antocianinas que ayudan en la reducción de enfermedades cardíacas y cáncer. Son una de las pocas fuentes alimenticias que contienen melatonina, un antioxidante que ayuda a regular el ritmo cardíaco y los ciclos de sueño del cuerpo.
Mango: El mango es una de las fuentes más importantes de vitamina C. La vitamina E es uno de los antioxidantes y protectores cardiacos más eficaces. Aunque suele encontrarse principalmente en los alimentos grasos, el mango posee una cantidad considerable de este micronutriente.