Año nuevo... ¿Vida nueva? Los cambios siempre son buenos, no renuevan y le dan un aire fresco a nuestra vida. Sin embargo, no siempre los afrontamos de la mejor manera. En cuestiones de nutrición y alimentación tenemos perfectamente interiorizada la teoría pero a la hora de llevarla a la práctica es tedioso y mucho más complicado de lo que parece.
Te propongo ir poco a poco. No quieras cambiar todo de golpe. Tienes doce nuevos meses por delante para realizar ciertos cambiar y mejor tu calidad de Vigo.
- Enero: deshazte de los productos ultra-procesados ??de la despensa. Aquellos cargados de azúcar y grasas transgénicas en su lista de ingredientes.
- Febrero: Aprende a leer las etiquetas de los alimentos. Céntrate más en su lista de ingredientes que en su tabla de valores nutricionales. Ten paciencia y échale un ojo a los productos antes de comprar a lo loco.
- Marzo: Aumenta tu actividad física durante el día. Cambia el ascensor por las escaleras, aparca el coche más lejos o ve caminando cuando haya tiempo para ello.
- Abril: absorbe vitamina D. Consume lácteos enteros, pescados azules e intenta exponerte al sol al menos 10 minutos al día, cuando el tiempo lo permita.
- Mayo: no olvides la porción vegetal en todos tus platos. Que las verduras sean las claras protagonistas de tus elaboraciones sin olvidarte de ningún otro macronutriente.
- Junio: Si te apetece dulce, prioriza la fruta antes que ningún otro producto menos recomendable.
- Julio: trata de hidratarte, pon el foco en beber más agua de la que bebes. No olvides que al incluir frutas, verduras, cremas, caldos, sopas e infusiones también estás bebiendo agua.
- Agosto: En vez de tanto helado procesado y azucarado... ¡Elabóratelos tú! En Agosto solemos tener más tiempo para ello. Aprovecha que durante la época veraniega apetece más comida fresquita y libiana.
- Septiembre: Prioriza los alimentos de temporada.
- Octubre: Organízate el menú semanal y la lista de la compra.
- Noviembre: Innova, descubre y prueba nuevas recetas y productos.
- Diciembre: Disfruta de las fiestas controlando las comidas rutinarias de la mejor forma posible.