La leche entera ha sido sustituida en las últimas décadas por la leche desnatada. La razón no es otra que la que nos hace creer que "engorda mucho" por su valor energético un poco más elevado que las otras. Pensamos que la leche desnatada y semidesnatada es más saludable por su menor contenido en grasas naturales que en un momento dado se asociaron a un posible incremento del colesterol malo (LDL) debido a que son grasas saturadas.
Las grasas de la leche son un nutriente esencial para nuestro organismo: nos aportan energía, saciedad, transportan y absorben vitaminas... La leche semidesnatada no es más que un producto procesado, un invento. Al haber sido tratada para quitarle la grasa, pierde también muchas vitaminas liposolubles, especialmente la A, D y el retinol. Por tanto, su valor nutricional final es de muchísima menor calidad que la leche entera, la más natural.
La cantidad de calcio y fósforo, muy beneficioso para el cuidado y preservación de los huesos y la estructura ósea, se presenta en menor cantidad por cada porción de este tipo de leche que tomamos.
Beneficios de la leche
- Gran presencia de minerales y vitaminas entre las que se encuentran la A,D,B y E.
- Ideal para el cuidado de huesos y prevenir la osteoporosis.
- Es muy saciante y ayuda al desarrollo del cerebro y a dormir mejor.
- Además de estar muy recomendada para embarazadas y recién nacidos.
- Protege el sistema intestinal contra los patógenos.