Empezar un proceso de pérdida de grasa y hacerlo de forma fácil y saludable no es fácil. De hecho, es un proceso cuya clave del éxito es la constancia y los buenos hábitos mantenidos a largo plazo.
A la hora de empezar un plan con el objetivo de conseguir la pérdida de grasa, solemos cometer una larga lista de errores. A continuación, te explico cuatro puntos a tener en cuenta para conseguir las metas que te propongas en cuanto a tu alimentación.
- No reduzcas calorías sin control: La clave no es dejar de comer, sino consumir menos calorías de las que gastas sin hacer locuras. Comer demasiado poco puede ser perjudicial para tu salud, te dejará con hambre constante, agotado/a y ralentizará tu metabolismo, haciendo que quemes menos calorías en reposo.
- Evita el todo o nada: Es común empezar muy motivado/a y cumplir todo a la perfección, pero al fallar un día, abandonamos. No necesitas cumplir al 200% todo el tiempo. La consistencia es más importante que la perfección. Si fallas un día, no pasa nada, sigue adelante.
- Los carbohidratos no son el enemigo: Muchas personas piensan que los carbohidratos son el problema, pero no es así. Alimentos como la patata son súper saciantes, ricos en carbohidratos y te ayudarán a controlar el hambre y mantener tu energía y rendimiento en tu entrenamiento.
- No te obsesiones con bajar de peso cada semana: Vivimos en un mundo donde la paciencia brilla por su ausencia.
Queremos resultados inmediatos, pero la pérdida de grasa es un proceso largo. No vas a ver resultados de un día para otro. La clave está en disfrutar del viaje y no obsesionarse únicamente con el resultado final.