1.Establece un objetivo
Establecer los objetivos es el paso principal para cualquier cosa que queramos lograr en nuestro día a día. Tener un objetivo nos hace ser verdaderamente constantes en el camino hacia lograrlo. El objetivo debe ser claro, real, definido, medible y difícil de lograr pero no imposible. Por ejemplo: comer hasta sentirnos ni con hambre ni llenos, es decir evitar las sensaciones incómodas que aparecer tras comer sin control.
Tener un objetivo nos hace ser verdaderamente constantes en el camino hacia lograrlo.
2. Haz lo mejor que puedas el resto de comidas del día
Está claro que cuando haya que celebrar lo mejor que puedes hacer es disfrutar del momento. Sin embargo, cuánto mejor hagas el resto de comidas del día mejor será tu sensación y menos impacto tendrá la comilona. Por ejemplo, no caigas en el error de desayunar o picotear dulces navideños. Es decir, asegúrate hacer un buen desayuno rico en proteína y grasa saludable para mantenerte saciado o tener necesidad de picotear durante la mañana. En caso de el exceso haya sido a la hora de comer, haz una cena ligerita, también rica en proteínas y grasa saludables. Además, es importante que aprendas a escuchar a tu cuerpo y comer cuando realmente te lo pida.
3. Elige la mejor de las opciones
En todas las comidas nos vamos a encontrar con unas opciones que son mejores que otras. Por ejemplo: una buena opción es elegir alimentos más ricos en proteína como carne, pescado, marisco, huevos… por encima de los que tienen un gran contenido de azúcar como por ejemplo los turrones. Además, controla las bebidas alcohólicas y el exceso de pan.
4. Prioriza comer alimentos más ricos en proteína como carne, pescado, marisco, huevos…
5. Controla la ingesta de alcohol y el exceso de pan.
6. Completa tu plato con una buena ración de vegetales
La verduras te ayudarán a sentirte saciado y a completar tu plato con una buena fuente de vitamina, minerales y agua.
7. No te olvides de hidratarte
Uno de los puntos que más nos suele costar es beber agua y, sin embargo, es uno de los puntos más importante. Los excesos de grasas y bebidas alcohólicas generan, como ya hemos mencionado anteriormente, retención de líquidos. Además, el alcohol deshidrata por eso, es doblemente importante debes beber mucha más agua de lo habitual. Pon una botella de dos litros de agua donde puedas verla y procura acabártela antes de cenar.
8. Come despacio y mastica
Este también es un punto muy importante. La sensación de saciedad es una respuesta cerebral. Aproximadamente 15 minutos después de empezar a comer, el cerebro segrega unas hormonas que nos indican que ya estamos saciados. Por esta razón, si comemos demasiado deprisa, esta señal llegará cuando ya hayamos ingerido más cantidad de la que realmente necesitamos. Además, comer despacio y masticar bien favorecerá a realizar una digestión mucho menos pesada.
9. Comparte el postre
Está claro que si hay comilona va a haber postre especial. No te prives de disfrutarlo pero raciona bien la cantidad y compártelo, con sacarte el antojo de dulce es suficiente.