Si algo ha surgido en los últimos años es la extrema preocupación por comer alimentos de calidad y poco manoseados por la industria alimentaria. Sin embargo, esto nos lleva muchas veces a rechazar ciertos alimentos o productos que creemos que no deberían formar parte de nuestra alimentación cuando en realidad estamos cerrando la puerta a mil alternativas y nuevas recetas.
Este es el caso, por ejemplo, de las conservas vegetales o vulgarmente conocidas como las "verduras en bote". Lejos de lo que muchas personas piensan, las conservas vegetales son una opción rápida y saludable. El método de conservación utilizado es capaz de mantener intactas las propiedades del alimento.
Además, si de algo nos quejamos todos es de la falta de tiempo para invertir en la cocina que nos deja el ajetreado estilo de vida al que nos obliga la sociedad actual. De hecho, esta sería una de las razones por las que cada vez aumentan los problemas de salud derivados de una mala alimentación. Resulta mucho más cómodo comprar algo ya elaborado o precocinado, sin importar cómo o con qué hayan sido elaborados, que ponernos a cocinar a toda prisa.
No cabe duda, que muchas veces es por falta de conocimiento. Es decir, pensamos que solo lo fresco es lo verdaderamente saludable. El pescado fresco, la verdura fresca, la carne fresca... Sin embargo, este pensamiento nos lleva a un círculo vicioso: "Si no es fresco no lo como pero no tengo tiempo para comprar ni preparar una comida con alimentos frescos" y de ahí, una alimentación desequilibrada pobre en nutrientes, con ausencia de verduras y rica en grasas saturadas poco recomendables.
Es importante que aprendamos a diferenciar entre producto ultraprocesados y los buenos procesados para aprender a aprovechar al máximo todas las alternativas rápidas qué nos ofrece el mercado. Los ultraprocesados no son alimentos, son productos. Son preparaciones industriales comestibles que están elaboradas a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. Es fácil identificarlos por su larga lista de ingredientes poco conocidos por la gran mayoría de consumidores. Por su parte, los buenos procesados son aquellos que, a pesar de haber recibido algún tratamiento por parte de la industria alimentaria, no tienen ingredientes artificiales. Este es el caso de las conservas de pescado, conservas de verduras, algunos lácteos o algunos productos ultracongelados.
Si realmente quieres una comida "fast food" pero de buena calidad y que no interfiera con tus planes de llevar una vida llena de salud, aprovecha todas estas alternativas que la industria alimentaria nos ofrece. Enriquece tus platos, equilibra tus raciones y cubre tus necesidades de vitaminas y minerales utilizando estas conservas de verduras. Además, el hecho de introducir verduras en tus recetas las convierten en mucho más saciantes y nutritivas, por no hablar de la mezcla de colores que aportan en nuestro plato.