Durante muchos tiempo ha existido el mito nutricional o la creencia, apoyada por numerosos artículos y publicaciones en diferentes medios de comunicación, de que el vino es saludable. De hecho, he leído la afirmación de que una copita de vino tinto al día equivale a 1 hora de intenso ejercicio en el gimnasio, la cual es rotundamente falsa ya que ambos conceptos son completamente incomparables.
Julio Batista lo explica bien a lo largo de los 15 minutos que dura este video https://www.youtube.com/watch?v=X61dAjU3oPY sobre una conferencia que dio para la TEDx. Según la OMS, lejos de ser saludable, el vino es una bebida alcohólica y el alcohol es perjudicial para la salud y, más concretamente para el buen funcionamiento cardiovascular.
De hecho, existe la errónea manía de catalogar un producto como saludable o no dependiendo de su cantidad de calorías o de si “ engorda” o no. De esta forma, está claro que cualquier tipo de alcohol nos aporta calorías vacías, sin energía ni nutrientes beneficiosos para el organismo. Eso, por no hablar de otros factores a los que afecta como aumento del apetito y descontrol de nuestras capacidades mentales bajo sus efectos.
Además, el corazón no es el único órgano que puede verse afectado por el consumo de alcohol si no que el hígado también juega un papel muy importante. El hígado es el mayor órgano "detox" del ser humano y sólo puede metabolizar cierta cantidad de alcohol por hora.
Me parece muy importante destacar que el video de Julio Batista se centra en el vino, sin embargo, podríamos situar en la misma posición a la cerveza. Ambas bebidas alcohólicas crean una de las preguntas más formuladas por la población: ¿es mejor el vino y la cerveza que otro tipo de bebidas alcohólicas? La única respuesta válida es que no, ya que todas ellas, con mayor o menor porcentaje de alcohol, a la larga pasan factura sobre nuestro organismo y salud.